miércoles, 16 de mayo de 2012

Capítulo 2



Este capítulo describe un poco la vida en el día de la cosecha. Disfrutarlo: D

Vemos en la enorme pantalla como distrito a distrito van saliendo todos los tributos. Me fijo sobretodo en el fuerte chico del Distrito 2, en la pequeña niña que sale en el Distrito 11 y la que se presenta voluntaria del 12.
Todos parecen buena gente, incluso los profesionales. Lo único que me gusta de las cosechas es ver como los distintos tributos se enamoran de sus compañeros de distrito. Los tributos profesionales del 2 se miran muchas veces de reojo, los del 10 parecen conocerse desde antes y en sus miradas se nota que tienen cosas que contarse. En cambio en el chico del 12 se nota que detrás de toda esa preocupación hay un amor irresistible por su compañera de distrito.
Llego a mi casa intentando recordar los nombres de todos los distritos. Sólo recuerdo los que más repiten constantemente en las repeticiones de la noche. Cato y Clove del Distrito 2, Rue del Distrito 11 y Peeta y Katniss del Distrito 12.
Después de las repeticiones de la noche me voy a mi habitación buscando un poco de tranquilidad fuera de la alegría de mi familia. Un cuarto de hora después entra mi hermano con la cabeza agachada.
-Y que la muerte este siempre, siempre de vuestra parte. -Dice balbuceando y acercándose a mí con una triste mirada.
Tengo la suerte de tener un hermano mayor que anda detrás de una organización que recauda dinero para enviarles a los distritos más necesitados. También se encargan de dar dinero a los mentores de los tributos de Los Juegos Del Hambre. Algún día por fin se dará cuenta de que el dinero que envían a los distritos no llega nunca, ahí es cuando Aleo montará un escándalo y puede acabar muy mal.
Alguien llama a la puerta y voy corriendo a abrir para no seguir soportando la mirada de mi hermano. Aleo viene detrás de mí y cuando abro se apresura a ponerse delante de mí y darle un apasionado beso a la chica de fuera. Cuando se aparta la misma chica me abraza a mí.
-Hola Leila, ¿qué tal lo llevas? -Me pregunta con una sonrisa.
-Hola Amalle. Voy tirando gracias.
Y dicho esto le devuelvo la sonrisa y vuelvo a mi habitación. Amalle no me cae mal, es la novia de mi hermano desde hace ni se sabe cuánto tiempo y al igual que él está en la organización. Sé que algún día se meterán en un buen lío.

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