Capítulo 13. Simplemente Celos.

POR FIN ESTA EL CAPÍTULO!! Siento muchísimo a ver tardado tanto! Por eso he hecho este más largo, es muy triste pero en el siguiente intentaré poner algo que lo arregle. Espero que os guste. :D

Tras las palabras de Asher me quedo dormida con lágrimas en los ojos. No entiendo nada y cuando me despierto me duele pesadamente la cabeza.

Ya de día recuerdo que no tengo a Asher a mi lado y la tristeza se funde con el dolor de cabeza y forman la peor mezcla que podría a ver. Siento como no puedo más, siento ganas de llorar pero estoy seca. Seca por dentro y por fuera. Mi hermano mayor entra en la habitación preocupado y me aconseja que me vaya a dar una vuelta, y asiento, pues así me despejaré en la medida de lo posible.

Salgo intentando olvidar todo. No entiendo del todo el cabreo de Asher y mientras ando decido ir a exigirle una explicación.

Voy en dirección a su casa y me quedo parada en la esquina, mirando a un lateral de la casa. Veo como las lágrimas empiezan a salir de mí, y no puedo parar de ver la imagen. Mi cerebro no contesta, intento salir corriendo, irme de aquí y no volver, pero no consigo mover ni una sola articulación. Noto como mi corazón fragmentado se rompe en trozos aún más grandes y caigo de rodillas en el suelo.

Delante de mí, la persona a la que más quiero en todo el mundo se besa con la que más odio, después de a los creadores de Los Juegos Del Hambre. Asher y Roxana se besan y es entonces, cuando caigo al suelo, cuando Asher me ve y abre muy los ojos. Aparta a Roxana a un lado, sin la menor intención de hacerlo con cariño y ella cae al suelo estampada contra la casa (pero con una sonrisa), Asher se acerca corriendo con cara de preocupación. Mis ojos no paran de llorar y lágrimas y más lágrimas es lo único que salen de mí.

Asher acerca su mano casi histérico a mi brazo, intentando decirme algo. Es entonces cuando mi cerebro funciona de una vez, pero sólo para apartarme de él. Consigo andar a rastras, literalmente, durante unos cuantos metros. Pero es entonces cuando Asher me coge y esta vez no me suelta. Me agito como un perro asustado y malherido sin conseguir liberarme de su abrazo. Sin quererlo se pone delante de mí y me besa. Me aparto en el acto.

-¡¡¿Qué demonios haces Asher?!! -Grito cabreada. -¡¿Crees que con eso servirá?!

Mi voz suena herida pero sin perdón, y me veo en la obligación de descansar durante un segundo, pero sólo un segundo y ninguno más. Salgo corriendo haciéndome daño mientras, dolida, me choco constantemente con las pareces.

-¿Leila?

Grita Asher mientras sigue detrás de mí.

-¡Leila!

Vuelve a llamarme, parece desconsolado y un poco histérico.

-¡¡Leila!!

Esta vez me giro y veo como llora, es la primera vez que le veo llorar en toda mi vida. Se me parte más el corazón, pero esta vez de pena. Esta triste y desesperado.

-¡¡Ahora entenderás como me siento yo!!

Esta vez le grito yo y, no sé de donde saco las fuerzas, con rabia y furia. Entonces me fijo en sus labios y recuerdo a Roxana. Asquerosa rata.

-Hablando de la reina de Roma. -Digo con una voz de asco. -¡Ven aquí rata!

Le grito a Roxana, que en cuanto me ve sale corriendo. Empiezo a correr detrás de ella y la cojo en un segundo, todavía a la vista de Asher.

-Asquerosa rata. -Le digo mientras que la pego una patada. -¿Qué te dije? -Le vuelvo a dar. -Ahora, tienes una mala noticia y otra buena. ¿Cuál quieres primero? -Le pregunto mientras la sujeto del cuello.

-La buena... -Responde entre-cortadamente.

-La buena es que Asher es todo tuyo. -Veo como sonríe y eso me hace ponerme más furiosa y la vuelvo a hacer otro moratón. -La mala es que no sé si podrás estar con él si yo te mato antes.

Se le borra la sonrisa de la cara y yo al ver su cara llena de sangre por un pequeño corte en la mejilla recuerdo muchas de las muertes causadas en Los Juegos del Hambre.

Ahora soy yo la que caigo al suelo y en ese momento de debilidad tengo a Roxana encima. Me enseña un anillo que lleva encima, me río de lo insignificante que parece pero pienso que lo más probable es que haya trampa.

-Mira, un regalito de mi padre tras nuestro último encuentro.

Gira el anillo y encuentro que tiene una pequeña navaja.

-¿Y si te hacemos un pequeño corte en esos labios tan bonitos? Al fin y al cabo ya no besarás más a MI Asher. -Dice "mi" como una pija presumida, y es que en realidad lo es.

Empieza con un pequeño corte en la comisura derecha del labio de arriba...